Las Lamentaciones
del maestro Cobaleda

Obras de Semana Santa de

Alonso Tomé Cobaleda (1683-1731)

Una de las festividades más importantes del calendario litúrgico católico es la Semana Santa. En el S. XVIII componer obras musicales para su celebración constituía un deber fundamental en las funciones de los maestros de capilla. Alonso de Cobaleda, maestro de capilla de la catedral de Zamora de 1710 a 1731, no fue una excepción, ya que la producción de obras que compuso para la Semana Santa representa más de la mitad de su producción total. Dentro de estas composiciones se encuentran los Motetes de Pasión y las Lamentaciones que presentamos en este programa.

Solamente un año después de su nombramiento como maestro de capilla, encontramos en sus composiciones una obra dedicada a la Pasión. Se trata de una de las primeras obras del maestro medinense, un Christus factus est pro nobis, gradual del Jueves Santo, fechado en 1711. La obra, escrita para cuatro voces «a capella», es representativa de la estética tradicional del Motete clásico y en ella se intuye la influencia de Juan Garcia de Salazar (1639-1710), predecesor y figura importante en la educación musical de Cobaleda durante los años en los que éste integró el seminario de la ciudad.

Las cinco Lamentaciones del miércoles y jueves santo aparecen como una verdadera primicia en el repertorio de la catedral de Zamora. Estas obras fueron compuestas para “voz sola”, instrumento acompañante (oboe, bajón y violón) y bajo general. Tanto el tratamiento monódico de la voz, que aparece emancipada del conjunto vocal, como la escritura de una parte instrumental que cobra el mismo protagonismo melódico que el de la voz – a fortiori cuando se trata de instrumentos tan novedosos en las catedrales españolas de la época como el oboe -, hacen que consideremos estas Lamentaciones como uno de los ejemplos más representativos de lo que se puede calificar como una nueva etapa en la vida musical del maestro de capilla: la modernización de su lenguaje musical.

El musicólogo Alejandro Luis Iglesias define las Lamentaciones de Cobaleda como “obras muy refinadas, en las que nuevamente [Cobaleda] vuelve a hacer gala de una gran técnica compositiva. Existe en ellas un continuo juego de imitaciones entre la voz solista y el instrumento acompañante, en contraste con todos los arcaicos elementos modales que las recorren. Sus melodías son de una originalidad considerable, y sabe escaparse de las imposiciones de las normas modales, rompiendo la linealidad de la melodía con intervalos extraños, quizá también heredados de Salazar”.

No obstante, Cobaleda no efectuó estos cambios de manera completa y radical. Su música siempre guarda una textura imitativa genuinamente polifónica, además de que sus Lamentaciones fueron un caso único en su producción. En el Motete de Passion, Ecce vidimus eum, escrito en 1726, cinco años antes de su muerte, y compuesto para cuatro voces, la presencia de un acompañamiento general que no estaba presente en su motete de 1711, y la utilización abundante de disonancias y cromatismos demostrada en su composición inscribe a esta pieza en el más puro estilo barroco.

El estilo de Cobaleda es así representativo de la controversia existente en los compositores españoles de este periodo entre el mantenimiento de la tradición heredada – portadora de virtudes a conservar como la gravedad, la devoción y el decoro – y la introducción de elementos innovadores destinados a renovar el lenguaje musical.

Alonso Tomé de Cobaleda (1683-1731)
Christus factus est pro nobis. Motete, a 4 (1711)

Vau. Et egressus est
. Lamentación segunda del miércoles (1728)

Iod. Manum suam misit hostis. Lamentación tercera del miércoles (¿1724?)

Iod. Manum suam misit hostis
. Lamentación tercera del miércoles a dúo (1718)

Lamed. Matribus suis dixerunt. Lamentación segunda del jueves (1721)

Aleph. Ego vir videns. Lamentación tercera del jueves (1724)

Ecce vidimus eum. Motete de Pasión, a 4 (1726)

Datos biográficos:

Alonso Tomé Cobaleda  

1683 –  Nace probablemente en Medina del Campo, hijo de Julio Tomé de Cobaleda y Francisca Suárez.

1699
– Aparece por primera vez en en las Actas Capitulares de la Catedral como colegial del Seminario San Pablo fundado por Diego del Val en 1646.

1700 o 1701
– Oposita al magisterio de Capilla de Medina del Campo.

1702 – Oposita al magisterio de la Catedral de León.

1702 – Se le ordena sacerdote.

1703 – Se le concede una Capellanía que tenía adscrito el oficio de segundo organista.

1706 – Aparece como “licenciado”, y se le encomienda la realización de las misas y oficios de Semana Santa.

1708 – Se dedica a copiar música, trabajo por el que recibe un salario de 5 reales por hoja copiada.

1710 – Muere Juan García de Salazar, Maestro de Capilla de la Catedral de Zamora. Una semana después, tras unas oposiciones, Alonso Tomé Cobaleda es nombrado como su sucesor.

1710-1722 – Situación económica precaria en la Capilla de Música como consecuencia de la Guerra de Sucesión. El salario de Cobaleda se verá afectado en numerosas ocasiones por esta causa.

1718 – Oposita al magisterio de Capilla de Salamanca.

1721 – Muere el organista de la Catedral de Zamora, Antonio Cruz Brocarte.

1725 – Oposita al magisterio de Capilla de Sigüenza.

1731 – Muere en la pobreza, teniendo la Iglesia que ayudar a sus dos hermanas a pagar los oficios funerarios.